Hoy cientos de policías resguardan al Congreso para aprobar los últimos detalles del blindaje de Félix y Borge. Estos policías están armados hasta los dientes porque no hay un solo ciudadano en Quintana Roo que apruebe semejante acción para asegurar la impunidad de los mayores ladrones en la historia del estado.
A los que serán los próximos diputados de la coalición PRI-PVEM-PANAL les pregunto ¿Las fuerzas públicas los seguirán resguardando si ustedes insisten en cubrir a los ex gobernadores? No lo creo, nos veremos las caras en muchas sesiones públicas, escucharán a los ciudadanos, eso se los aseguro.
En tres meses la XV legislatura entrará en funciones, con una división partidista, pero hoy en Quintana Roo no hay diferencias ideológicas, el pueblo sólo quiere justicia, quiere que el gobierno saliente rinda cuentas claras, no las mismas demagógicas excusas.
Es fácil anticipar que ante el nivel de aborrecimiento y repulsión contra el PRI en las anticipadas elecciones del 2018 hará que pierdan todas sus posiciones (especialmente porque no contarán con sus ingresos ilícitos que desviaban de los recursos del gobierno del estado), pero incluso se ve difícil que sus diputados y ayuntamientos logren superar la presión popular a la que estarán sujetos (sin contar con la presión del gobernador entrante).
Esperemos que recapaciten, porque no veo forma de que Carlos Joaquín organice un acto del tamaño y nivel de faramalla que están haciendo el día de hoy las fuerzas de seguridad pública del estado sólo para salvaguardar la integridad física de profesionales en el cinismo y la complicidad.
Los ciudadanos vemos con repulsión tanto el blindaje como la forma en que se está tratando de cubrir.
El grupo radical minoritario encabezado por Félix-Borge estará haciendo maletas junto con sus allegados más cercanos, porque en principio de cuentas ya no tienen cabida en el estado. La mano de la justicia los podrá alcanzar en otras latitudes.
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