No queremos un político como gobernador.

CAJ

 

Señor Carlos Joaquín, aquí en Quintana Roo (especialmente en Chetumal) estamos cansados de la “metafísica” de la política, de los cálculos políticos, de creer que la política es un arte; privilegiando la estética sobre la ética. Estamos cansados del “político” de oficio.

No queremos a un político astuto que siempre sale bien parado en sus declaraciones, en su prensa pagada y en sus publicaciones -que rinden homenaje a su personalidad-, queremos a un humano que dé su mejor esfuerzo y que pueda aceptar sus errores públicamente cuando llegue el momento, no aceptarlos para humillarse sino para enmendarlos. Porque nadie es perfecto, y la pretenciosa obsesión de los políticos por ser siempre los héroes es irreal.

Los actos solemnes deben emanar del pueblo, la investidura del gobernador debe ser espejo del sentir popular, no deben existir actos faraónicos que despilfarren el presupuesto sólo para mantener la grandilocuencia del cargo político. La sencillez, los discursos improvisados pero reales, la puerta abierta a la voz ciudadana es la única manera de llegar a implantar un régimen verdaderamente democrático en Quintana Roo.

Y es que en Quintana Roo hace falta un cambio de régimen (que no es sencillo) la democracia procedimental debe dar paso a la democracia sustantiva -que no se ha vivido y que hace tanta falta-. Porque el pueblo necesita saber lo que tiene en la administración pública (riqueza o deuda), que esté seguro de que la justicia será respetada y que la sociedad crecerá homogéneamente.

Los tiempos han cambiado y “gobernar” ya no es la palabra con la que nos debemos referir al ejercicio del poder ejecutivo estatal, ahora se debe entender solamente como la administración pública. Nos falta sentirnos incluidos en las decisiones, y espero que el nuevo congreso también lo tenga en mente porque no es posible una democracia dependiendo de un sólo hombre -de un sólo poder-.

Evite reclutar colaboradores sólo por ser “leales” a usted, la lealtad a una persona no debe superar el compromiso por el estado y por el profesionalismo. La diferencia de ideas es buena siempre que se haga con respaldo en opiniones profesionales, no se llene de robots que sólo puedan funcionar mediante instrucciones precisas. Al final, la lealtad esta a la venta hoy en día, como ejemplo: tan sólo ofrézcales continuidad en sus cargos a los actuales miembros del gabinete y estoy seguro que le rendirán lealtad absoluta.

No se equivoque y piense que los métodos de la política nacional son apropiados, el presidente tiene los niveles de desaprobación más altos de la historia, el PRI ha perdido más enclaves autoritarios sub-nacionales que nunca (entidades), el PRD está en franco declive, etc. Es buen tiempo de cambiar los viejos, gastados y vulgares esquemas políticos.

Los ciudadanos estamos muy cansados de que se nos quiera engañar.

Cambiemos para bien.

Un ciudadano.

P.D.

Mano dura con quienes desangraron al pueblo.

 

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