Como uno de los mayores logros en la presente administración de nuestro gran líder, el presidente Peña Nieto, es un honor hacer el anuncio de que se ha capturado al Chapo Guzmán por tercera vez, y es un orgullo que exista el compromiso real de que no vuelva a escapar.
Nuestras valiosas fuerzas de seguridad (las que lo capturaron, no las que lo dejaron escapar), han confirmado que se trata indudablemente del peligroso narcotraficante, y que será turnado a las autoridades (in)competentes para su debido alojamiento en una institución de máxima seguridad y comodidad (para persuadirlo de que no se vuelva a ir).
Sin más información por el momento, el gobierno de la República bananera estará pendiente de las indicaciones de los jefes norteamericanos, en materia de exportación de drogas e importación de armas sin la intervención de peligrosos operadores independientes como era el caso del Chapo.